viernes, 20 de noviembre de 2009

relatos con fantasmas y otras cosas raras para comerse las uñas

por marisa obezzi

El desarrollo de este proyecto está orientado, en una primera instancia, hacia la lectura recreativa para adolescentes, las edades oscilan entre los 13 y 15 años de edad, también serán bienvenidos aquellos otros que estén interesados.
El lugar físico en el cual está pensado implementarse es en el Centro Cultural de Adrogué al cual asisten adultos y adolescentes de los alrededores. Este espacio cultural depende de la municipalidad de Almirante Brown, y la comunidad que concurre mayormente es de clase media.
Los cursos que se dictan en el centro son muy buenos (concurrí a un taller de poesía cuando era adolescente) y diversos. En el mes de febrero se abren las inscripciones para toda la comunidad, los talleres que se brindan son de macramé, cerámica, pintura, dibujo, literatura, tango, folclore, música, teatro, etc. La mayoría de los talleres que se abren son tanto para adultos como para adolescentes.
Este taller creativo apunta a que el hecho de leer sea concebido como un acto agradable y lúdico, distinto de las prácticas de lectura que son impuestas en la escuela, en las cuales (por lo general) no se tiene en cuenta el gusto de los chicos.
Los textos presentados fueron seleccionados por ser de autores poco conocidos en la escuela, como es el caso de Ana María Shua, también seleccioné unos textos que no tiene difusión comercial de Mirta Fernández.
Para este proyecto he seleccionado este tipo de cuentos de terror porque al decir de Egan las imaginaciones de los estudiantes se ven más fácilmente estimuladas por un contenido que cautive sus emociones. Y la mejor forma de cautivar el interés de los adolescentes es presentando textos que están desvinculados de su mundo cotidiano. Es en lo exótico en lo que se centra su interés. El terror es el sentimiento del misterio que sostiene a la existencia, está más allá de nuestra comprensión y de cualquier explicación.
En este caso no encasillé los textos en ningún parámetro genérico, ya que lo esencial de este proyecto es estar desvinculado, en la mayor medida posible, de los contenidos y cánones escolares del circuito formal de educación porque lo que busco con esta propuesta es que los talleristas sientan que están participando de un espacio diferente donde la búsqueda y las preguntas que surjan del taller sean distintas de las preocupaciones que generalmente tiene la escuela.
Como el taller cuenta con la participación de adolescentes en plena etapa de escolarización, la intención sería que sientan que concurren a un espacio distinto, donde se busquen preguntas pero desde otros lugares.
Este taller que incluye cuentos que pertenecen al género de terror no pretende darle mayor importancia a dicha clasificación porque no es la idea trabajar con cánones ya conocidos por los chicos, sino que aunque se trabaje con textos que reúnen ciertas características que son necesarias para darle organización al taller, busca dejar a un lado los encasillamientos y las nomenclaturas típicas de la escuela, y por ello también, la propuesta de lectura de escritores poco conocidos.
La propuesta final del taller, además de los textos leídos y las reflexiones que pudieran hacerse es la creación de un cuento de terror.

Fundamentación:

Este proyecto está destinado a aquellas personas que quieran participar de un taller para pensar acerca del cuento de terror y sus posibles escrituras.
La propuesta será primar aquellas lecturas que los chicos tengan encima y las consignas estarán planteadas alrededor de sus gustos personales, haciendo de su mundo imaginario una escritura personal, donde sientan que pueden ser parte del mundo literario, quizá como respuesta a aquellas pedagogías legitimistas que, según Privat plantean que “la salvación cultural está en las lecturas de las grandes obras, en ellas mismas y por ellas mismas”.
La idea es que los talleristas se sientan estimulados por las actividades que brinda el taller y que éste les brinde un bagaje lo suficientemente amplio para que puedan escribir y ser verdaderos escritores.

Cronograma:

El taller está pensado para desarrollarse a lo largo de 2 meses, 1 clase por semana. (8 encuentros en total) de 2 horas de duración cada uno.
Cada relato estará analizado durante dos encuentros consecutivos ya que la idea es intentar darle una continuidad a las clases para que los talleristas se queden reflexionando fuera del taller sobre lo discutido y sobre sus producciones. En el primero de ellos se hará una lectura en voz alta por alguno de los participantes del taller, luego se hará un comentario acerca de las apreciaciones personales de cada uno (o muchos), y finalmente, se pasará a las consignas de escritura y producción, en las cuales se desarrollarán aspectos particulares de la narrativa.
En el segundo encuentro se hará una lectura de cada una de las producciones de los talleristas y una puesta en común.
Para el cierre de cada encuentro trabajaremos con el cuento-borrador que iremos leyendo y corrigiendo durante todas las clases.
El último día terminaremos con las correcciones realizadas, y lo compartiremos de forma grupal.

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